El valor de la marca y el iPhone

Seguramente has escuchado que el valor de la rentabilidad de una empresa depende únicamente de su punto de equilibrio, es decir el cálculo total de la operatividad contra el ingreso neto para que la empresa mínimamente siga funcionando de manera rentable. Y efectivamente es un cálculo necesario pero definitivamente no es el factor de valor de tu empresa.

Es importante saber que el valor de cualquier producto o servicio no viene solamente de los insumos necesarios para su creación, mantenimiento y ganancia, sino que son resultado también del proceso de apreciación que la gente tiene sobre los mismos, es decir; mientras más deseable sea tu producto o servicio mayor será la cantidad de dinero y tiempo que la gente esté dispuesta a invertir en ello.

Gigantesca parte de este deseo proviene efectivamente de la calidad intrínseca del producto o servicio, su efectividad para atacar y satisfacer una problemática, pero no es ni de cerca el único factor.

¿De qué sirve tener el mejor producto creado por la humanidad si nadie sabe de su existencia? ¿De qué sirve tener el mejor servicio jamás ofertado al público si el público es demasiado corto para solventar el gasto operativo de la calidad? Ese es exactamente el servicio real de la mercadotecnia y de la publicidad. No es vender de más y ofrecer menos, simple y sencillamente, ofrecer con una veracidad práctica las ventajas que ofrece determinada empresa sobre su competencia.

Como cualquier cosa simple y sencilla, exige un conocimiento extenso para dar tal mensaje. Es comunicación especializada, con un énfasis alto en los receptores de dicho mensaje; para transmitir de manera efectiva y sobre todo veraz las ventajas que se ofrecen.

Pocos ejemplos son tan buenos como el iPhone, cuando se lanzó por vez primera, el iPhone hacía todo lo que ya hacían los primeros teléfonos inteligentes, pero mejor en todos y cada uno de los aspectos. En ésto se basó la publicidad (y en gran medida se sigue basando); en dar a conocer las brutales mejoras tecnológicas que conlleva a la masiva facilidad de interacción con un dispositivo que fue tan revolucionario que simplemente se convirtió en algo completamente aparte de lo ya existente para su tiempo y muchos de sus actuales usuarios dirían que sigue siendo igual hasta la fecha.

Por eso es que siempre, debes saber qué es lo que tu empresa hace mejor que nadie, y siempre buscar que sea el mejor en al menos un aspecto diferenciador para los ojos del consumidor, que tu empresa sea B2B o B2C define la manera de comunicación, no el objetivo.

Y ésta es la diferencia entre la publicidad y el marketing. La publicidad es la especialidad en comunicación del mensaje comercial y el marketing es la especialidad en la definición del mensaje comercial. Ambas son indispensables para darle valor a tu producto o servicio, más allá del costo operativo. Es por esto que el punto de equilibrio, por más indispensable que sea no es un indicativo de la potencialidad de la marca.

Aprovecha al máximo el potencial de tu empresa, haz que tu marca tenga un crecimiento, ya sea nueva o experimentada, en Metropoly siempre podemos hacer que crezca.